Estos eventos reflejan una estrategia amplia para contrarrestar la influencia de grupos respaldados por Irán en la región y reducir el riesgo de ataques en territorio israelí.
En las últimas horas, las fuerzas armadas israelíes han atacado alrededor de 70 objetivos de Hezbollah en todo el sur del Líbano. Según un comunicado oficial del Ejército de Israel, estos ataques incluyeron almacenes de armas, centros de mando y grupos de milicianos que operaban en áreas clave.
Los ataques se llevaron a cabo tanto por aire como por tierra, en un esfuerzo por desmantelar la infraestructura que, según Israel, representa una amenaza constante para su seguridad.
Uno de los incidentes destacados incluyó un ataque a un edificio donde operaba una célula de milicianos fuertemente armada. La fuerza aérea israelí también ha bombardeado el Dahye, un área en el sur de Beirut considerada un bastión de Hezbollah, que en el último mes se ha convertido en un objetivo recurrente para Israel.
En el comunicado, el Ejército israelí acusó a Hezbollah de usar edificios civiles para ocultar plantas de fabricación de armas y puntos de observación, lo que, según Israel, pone en riesgo a la población de la zona.
Eliminación de células clave y defensa aérea de Hezbollah
En su operación en el sur del Líbano, el Ejército israelí ha declarado que eliminó una célula responsable de la defensa aérea de Hezbollah.
Según el informe oficial, esta célula lanzó un misil contra una aeronave israelí en la región de Kfar Fila, al norte del río Litani, aunque la aeronave no resultó dañada. Estos ataques reflejan la preocupación de Israel por las capacidades de defensa aérea de Hezbollah y su intento de debilitar la organización en un momento crítico.
Israel también informó que sus fuerzas interceptaron dos drones lanzados desde Líbano hacia territorio israelí en un corto intervalo de tiempo, subrayando la constante vigilancia en su espacio aéreo ante potenciales ataques con tecnología de drones.
Finalización de la ofensiva en Irán: objetivos de misiles y defensa aérea
En paralelo a las operaciones en el Líbano, el Ejército israelí ha concluido una ofensiva aérea en Irán dirigida a instalaciones militares estratégicas.
Esta operación fue una respuesta a recientes ataques del régimen iraní, que lanzaron cientos de misiles hacia Israel en dos eventos importantes este año, en abril y octubre.
Según el comunicado del ejército, los ataques en Irán apuntaron a instalaciones utilizadas para producir misiles y sistemas de defensa aérea que, según informes de inteligencia, representan una amenaza inmediata para Israel.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el contralmirante Daniel Hagari, señaló que esta operación se centró en desmantelar la infraestructura militar iraní que facilita el desarrollo y lanzamiento de misiles hacia Israel.
“Basado en nuestra inteligencia, la aviación de la fuerza aérea ha bombardeado instalaciones usadas para producir los misiles que Irán disparó al Estado de Israel durante el último año”, afirmó el portavoz en un comunicado oficial. Los ataques incluyeron fábricas de misiles y baterías de proyectiles tierra-aire en zonas estratégicas de Irán, según la misma fuente.
Contexto geopolítico y repercusiones en la región
La reciente escalada en el sur del Líbano y los ataques en Irán se inscriben en un contexto de tensión prolongada entre Israel, Hezbollah e Irán. La influencia de Irán en la región, a través del apoyo a grupos como Hezbollah y Hamas, ha sido motivo de conflicto constante con Israel.
En respuesta, el gobierno israelí ha intensificado sus operaciones preventivas para reducir la amenaza de ataques en su territorio, lo cual incluye tanto acciones en el Líbano como operaciones de mayor alcance en Irán.
Hezbollah, una organización chií respaldada por Irán, ha sido un factor clave en la dinámica de conflicto en el Líbano.
La infraestructura de defensa aérea que Hezbollah ha estado desarrollando en los últimos años representa un desafío importante para la seguridad de Israel, especialmente en términos de drones y misiles de corto alcance.
Israel ha respondido con ataques precisos en zonas de concentración de Hezbollah para reducir su capacidad operativa y neutralizar sus recursos militares.
Reacciones internacionales y perspectivas futuras
La comunidad internacional observa con cautela la escalada de violencia en la región, con llamados a la moderación por parte de varios organismos multilaterales y gobiernos extranjeros.
La situación en el Líbano también suscita preocupación debido a la fragilidad económica y política del país, que enfrenta una crisis sin precedentes.
En este escenario, los ataques israelíes representan un factor desestabilizador que podría tener implicaciones significativas para la estabilidad de la región en su conjunto.
Por otro lado, la conclusión de la ofensiva israelí en Irán podría aliviar temporalmente las tensiones entre ambos países.
Sin embargo, la postura de Irán de mantener y apoyar a grupos militantes como Hezbollah y Hamas indica que las hostilidades podrían reanudarse en cualquier momento.
Esta dinámica de conflicto y contraataque resalta la complejidad de la situación en el Medio Oriente y la dificultad de alcanzar una paz duradera en una región marcada por intereses enfrentados y alianzas cambiantes.