Esto implica que se espera un aumento en el número de visitantes que lleguen desde Argentina y Brasil, superando la cantidad de uruguayos que viajan a esos países.
El factor clave detrás de este cambio es la reducción de la diferencia cambiaria con Argentina, que ha alcanzado su nivel más bajo en cinco años, de acuerdo con el último Indicador de Precios Fronterizos (IPF) de la Universidad Católica del Uruguay (UCU). Esta tendencia permitirá que más argentinos visiten Uruguay, contribuyendo al crecimiento del turismo receptivo en el país.
Impacto en el turismo receptivo y gasto
Durante el segundo trimestre de 2024, los turistas argentinos lideraron tanto el turismo receptivo como el gasto en Uruguay. Este fenómeno es el resultado del aumento en la afluencia de argentinos, que se traduce en un saldo positivo en la balanza turística regional para 2025.
El informe de Cinve también destaca que en 2023 se duplicaron las visitas de uruguayos a Argentina en comparación con 2022, impulsadas por la brecha de precios que alcanzó niveles históricos debido al aumento del dólar blue. Este incremento ha fomentado el turismo de compras, con picos de visitas que multiplicaron por diez el promedio mensual de salidas al país vecino.
Sin embargo, los datos del Ministerio de Turismo indican una inversión de esta tendencia durante los primeros ocho meses de 2024. Con la reducción de la diferencia cambiaria, los uruguayos han moderado sus salidas hacia Argentina, mientras que han incrementado sus viajes a Brasil, alcanzando niveles de actividad comparables a los de los últimos dos años, con un aumento cercano al 60% respecto a 2022.
Para el cierre de 2024, se espera que las salidas de uruguayos hacia Argentina disminuyan alrededor del 40%, aunque seguirán siendo un 24% más altas que en 2022. En el caso de Brasil, se anticipa una leve contracción del 7%.
El análisis realizado por el equipo de coyuntura de Cinve anticipa que la reducción en el turismo emisivo continuará en 2025, con una caída estimada de hasta el 36% en el caso de Argentina. Sin embargo, se prevé que el flujo de turistas hacia Brasil pueda aumentar en un 2%.