Aunque estaba prevista la asistencia del presidente electo, Yamandú Orsi, este no participará debido a compromisos de agenda.
La reunión tendrá lugar en la sede partidaria de la Huella de Seregni, a partir de las 14 horas, encabezada por el presidente del FA, Fernando Pereira. También estaba contemplada la presencia de la vicepresidenta electa, Carolina Cosse, aunque su asistencia no fue confirmada al cierre de esta nota.
A diferencia de reuniones anteriores, enfocadas en la estrategia electoral, este encuentro tiene como objetivo trazar los primeros lineamientos del futuro gobierno. Además, se discutirá el rol del FA en el proceso de transición, que incluirá una reunión programada con el actual presidente, Luis Lacalle Pou, este miércoles en Torre Ejecutiva.
Definición de equipos y negociación interna
El armado del equipo de gobierno será otro de los temas centrales. Aunque solo se han confirmado dos nombres —Gabriel Oddone al frente del Ministerio de Economía y Finanzas, y Alejandro Sánchez como secretario de la Presidencia—, se espera que las negociaciones internas para definir los cargos avancen en las próximas semanas.
Pese a la victoria obtenida con amplio margen, el nuevo gobierno enfrentará desafíos considerables:
Diálogo político: Aunque el FA podría alcanzar la mayoría en el Senado, en la Cámara de Diputados se encuentra empatado con 48 legisladores frenteamplistas y 49 representantes de la Coalición Republicana, junto con dos bancas de Identidad Soberana. Esto obliga a construir consensos para avanzar en las iniciativas legislativas.
Relaciones internacionales: La política exterior será fundamental, especialmente en un contexto global marcado por el proteccionismo. Uruguay deberá fortalecer su posición en el Mercosur y estrechar lazos con Brasil y Argentina para sostener su comercio exterior.
Crecimiento económico y disciplina fiscal: Con un crecimiento proyectado del 2,8% del PBI para el período 2024-2026, el gobierno deberá implementar políticas que impulsen la economía sin descuidar la contención del gasto público. La administración entrante tendrá el desafío de reducir el déficit fiscal, que se mantiene sin cambios significativos respecto a cinco años atrás.