Esta situación se agrava a medida que se acercan las elecciones de 2024, tal como lo señala un reciente informe de la corredora de bolsa Gastón Bengochea, que compara la volatilidad y el tipo de cambio en períodos electorales pasados, incluyendo las elecciones de 2009, 2014, 2019 y la actual de 2024.
El estudio revela un patrón repetido: el dólar tiende a apreciarse durante los años electorales, acompañado de un aumento en la volatilidad, especialmente cerca de la primera vuelta y el balotaje. La única excepción fue en 2019, cuando la volatilidad fue menor en comparación con las elecciones anteriores.
La incertidumbre generada por el proceso electoral lleva a los inversores a buscar refugio en activos seguros, como el dólar y el oro, lo que impulsa la demanda de estas divisas. Además, el plebiscito del PIT-CNT sobre la reforma de la seguridad social ha incrementado aún más los niveles de incertidumbre, lo que repercute directamente en los mercados financieros.
Efecto del plebiscito y el riesgo país
El plebiscito del PIT-CNT, en particular, ha sido señalado como un factor que podría afectar el riesgo país y la estabilidad financiera a mediano y largo plazo.
Según el informe de Bengochea, las tensiones generadas por esta consulta popular han llevado a los inversores extranjeros a vender bonos soberanos en pesos uruguayos por un valor equivalente a 700 millones de dólares, optando por activos menos expuestos a posibles devaluaciones.
Esto ha reducido la oferta de dólares en el mercado, lo que ha contribuido a la apreciación de la moneda estadounidense frente al peso.
El pasado 24 de septiembre, el dólar alcanzó un récord de 42,104 pesos, manteniéndose dentro de la franja de los 41 pesos y acumulando una apreciación anual del 6,47%. Aunque en semanas posteriores ha mostrado ligeras correcciones, la incertidumbre sigue afectando su comportamiento.
¿Qué esperar para el próximo año?
De cara a la asunción de un nuevo gobierno en 2025, el informe advierte que la volatilidad en el tipo de cambio podría aumentar nuevamente.
Durante los cambios de mandato, los inversores suelen diversificar sus carteras, pasando de pesos uruguayos a divisas más seguras, como el dólar.
Históricamente, este fenómeno ha generado una mayor demanda de dólares, impulsando su cotización. Sin embargo, el comportamiento posterior al cambio de gobierno ha sido impredecible en ciclos anteriores: en algunos casos el dólar ha subido, en otros ha bajado o se ha mantenido estable.
En resumen, se espera que la incertidumbre vinculada a las elecciones y la transición de gobierno mantenga la presión sobre el tipo de cambio, lo que podría resultar en una depreciación del peso uruguayo frente al dólar en los próximos meses.
