Pese a lo adverso del marcador, el equipo dirigido por Diego Aguirre buscará dejar una buena imagen y despedirse “con la frente en alto”, como afirmó el entrenador tras el resultado en Río de Janeiro.
A último momento, se decidió que el partido se jugará en el Centenario por razones de seguridad, dado que la Policía y el Ministerio del Interior recomendaron no realizar el encuentro en el estadio Campeón del Siglo si asistían ambas parcialidades. La Conmebol respaldó esta medida, mientras que el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio, aclaró que el club optó por aceptar público visitante para evitar una sanción de jugar a puertas cerradas, en respuesta a la solicitud de Aguirre y los jugadores de contar con su hinchada.
Peñarol se presentará con su equipo titular, con la única duda en la ofensiva entre Leonardo Sequeira y Jaime Báez, quien jugó de inicio en la ida. La formación probable sería: Washington Aguerre en el arco; Pedro Milans, Javier Méndez, Guzmán Rodríguez y Maximiliano Olivera en defensa; Damián García y Rodrigo Pérez en el mediocampo; Leonardo Sequeira o Jaime Báez, Leonardo Fernández y Eduardo Darias en la ofensiva; y Maximiliano Silvera como delantero.
Botafogo y su camino a la final
Botafogo llega a Montevideo prácticamente clasificado y con la oportunidad de alcanzar su primera final de Copa Libertadores. El técnico Artur Jorge probablemente rotará a su equipo para cuidar a los jugadores con riesgo de sanción. El once probable incluye a Roberto Fernández; Vitinho, Bastos, Adryelson y Marçal; Danilo Barbosa y Marlon Freitas en el mediocampo; con Óscar Romero, Jefferson Savarino, Thiago Almada y Tiquinho en el ataque.
El chileno Piero Maza será el árbitro principal, acompañado por Claudio Urrutia y Miguel Rocha, mientras que en el VAR estarán José Cabero y Francisco Gilabert, también de Chile.
Peñarol enfrentará el reto con el apoyo de su hinchada en el Centenario, sabiendo que la remontada es compleja, pero con la intención de cerrar su participación en la Libertadores de la mejor manera posible.