Entre los problemas identificados se encuentran el uso de fondos públicos para gastos personales, además de incidentes violentos ocurridos en la sede diplomática.
La sanción impuesta a Federico Perazza incluye no solo la retención de su sueldo, sino también la prohibición de desempeñar funciones diplomáticas en el exterior por los próximos seis años. Debido a la gravedad de los hechos, se ha ordenado su retorno urgente a Uruguay.