El destino turístico uruguayo ha experimentado un aumento significativo en las reservas desde agosto, un mes antes de lo habitual. Según la Cámara Inmobiliaria de Maldonado, hoy, a pesar de que aún falta más de un mes para la primera quincena de enero, uno de los picos de la temporada, ya queda muy poca disponibilidad en Punta del Este.
Martín Laventure, director general de Turismo del departamento de Maldonado, resalta la gran presencia del público argentino, que el año pasado había sido escaso debido a la brecha cambiaria. “Este año, tenemos muchas expectativas positivas. Vemos un retorno importante del público argentino, lo que también implica una mejora en la calidad del gasto”, afirma Laventure.
El fin de semana largo del 16 de noviembre fue una muestra anticipada del verano, con una gran afluencia de turistas argentinos, lo que sorprendió a los sectores inmobiliarios y gastronómicos locales. Alejandra Covello, presidenta de Covello Propiedades, señaló: “Punta del Este estaba a pleno de argentinos. ¡En los restaurantes había cola y eso fue en noviembre!”.
Carlos Márquez, un turista porteño, también confirmó la tendencia, destacando que el buque de regreso a Buenos Aires estaba tan lleno que muchos pasajeros tuvieron que viajar de pie debido al oleaje. Márquez, quien suele pasar sus vacaciones en Solanas, mencionó que no viajó el año pasado debido a la diferencia de tipo de cambio, pero este año las condiciones son más favorables. «Este año no está tan caro para nosotros. El precio de la comida en Punta del Este es similar al de Buenos Aires», dijo.
El achicamiento de la brecha cambiaria, impulsado por la devaluación del peso uruguayo, ha hecho que Punta del Este sea más accesible para los argentinos. A esto se suma la eliminación del Impuesto PAIS a partir de diciembre, lo que beneficiará a quienes utilicen sus tarjetas de crédito en el exterior.
En paralelo, los alquileres en las principales ciudades balnearias argentinas están registrando demoras, ya que los precios locales han perdido competitividad frente a las ofertas internacionales, especialmente las de Brasil y Uruguay.
En cuanto a los alquileres en Punta del Este, los precios varían según la ubicación y el tipo de propiedad. Un departamento de categoría intermedia en La Brava o La Mansa puede costar alrededor de 2.500 dólares por la primera quincena de enero, mientras que una casa en La Barra o Manantiales puede superar los 7.500 dólares. Los alquileres de gama alta siguen disponibles a precios que rondan los 20.000 dólares por quincena.
Desde el punto de vista gastronómico, se espera que los precios se ajusten, acercándose a los de Buenos Aires, lo que podría ser un alivio para los turistas argentinos. En los menús de los paradores de playa, por ejemplo, el precio de platos como rabas, hamburguesas o chivitos se mantienen en niveles razonables para los turistas porteños.
El secretario de Turismo destacó que, este año, se ofrecerán opciones para todos los presupuestos y una buena relación calidad-precio, especialmente en gastronomía, con medidas gubernamentales como la tasa cero para hotelería y la devolución del IVA en restaurantes, que benefician tanto a consumidores como a empresarios.
Finalmente, la tendencia de concentrar las vacaciones en los primeros días de enero se consolida. Las reservas se agrupan en la semana del 27 de diciembre al 5 de enero, con una alta demanda en áreas como La Barra, Manantiales, La Brava y La Mansa, donde nuevos complejos gastronómicos y servicios orientados a familias aumentan la atracción para los turistas argentinos.